Recuerdo a Edu. SIEMPRE.
miércoles, 28 de junio de 2017
Hola diverblogger!.
En pleno comienzo del verano, cuando ya todos los niños empiezan ¡por fin! sus vacaciones tan deseadas y esperadas para descansar y cambiar un poquito el chip de los estudios, de repente, he levantado la vista, he mirado al cielo y todo se ha vuelto gris, oscuro, nublado, como cuando intentas pensar con claridad y te das cuenta que estás bloqueado, ha sucedido algo que te ha dejado paralizado, sin argumentos ni razones que te puedan ayudar a salir de esta tristeza que todo lo ha invadido, para poder sentirte bien. A veces suceden las cosas de forma tan repentina e inesperada y no estamos preparados para entender ni mucho menos encajar dichas pruebas que la vida nos puede tener reservadas.
Y ya a partir de aquí, empiezan como si se tratara de un desfile de moda, esa sucesión de preguntas, como yo digo al aire, donde las respuestas nunca llegan; es justo que se haya muerto Edu con toda la vida por delante?, Es justo que los padres veamos morir a nuestros hijos?, Como voy a levantarme todas las mañanas? …… y así una detrás de otra.
Las preguntas siempre se formulan con el objetivo o la misión de satisfacer tus dudas, inquietudes, preocupaciones, calmar tu angustia, devolver la tranquilidad y el sosiego. No creo que pueda haber cuando un ser querido se muere, una repuesta que se acerque a nuestros deseos.
Ayer alguien me preguntaba, que consejo se le puede dar a los padres. Yo lejos de responder les hice una nueva pregunta: si tú estuvieras en su lugar, que consejo te gustaría escuchar? Y alguno te serviría para calmar tu alma?. Inmediatamente se creó un silencio que nos llevó a la reflexión, el ponernos en el lugar de ellos, la famosa” EMPATIA”, y es curioso porque sin necesidad de verbalizar ni hablar en voz alta, la respuesta apareció.
El abrazo, el consuelo, el tocar la cara con esas miradas largas y tiernas, coger las manos y apretarlas con fuerza, este es el lenguaje que únicamente les llega, porque ellos ya están dentro de su cueva particular donde se van a quedar por una larga temporada y nadie decidirá cuando deben de salir, labor exclusiva de ellos.
Sería bueno acompañarles, estar y a la vez no estar, a que les llegue todo nuestro calor, cariño, apoyo y ayuda. Hablando de consejos, este sería el mío, pero no para ellos, sino para el resto de las personas que formamos como si se tratara de una compañía de teatro, está gran obra que yo llamo, “LA VIDA”.
Lorena y Diego, hace tiempo escribí unas frases, sobre algo que leí y ahora quiero compartir con vosotros:
“ Muchas veces la propia vida, es la que nos quita a las personas que más queremos.
La muerte en cambio cuando llega, nos guarda a nuestros seres queridos en el corazón y en el recuerdo, y esto si es para siempre”.
Nos piramos... AIREANDO.
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